Avances tecnológicos, sanitarios, sociales... Parece sensato pensar que cualquier avance es siempre positivo. No obstante, el precio a pagar por cada resultado obtenido es un factor a tener en cuenta. Y no hablo del precio como un factor económico. Hablo del factor humano, siendo este el punto clave para decidir si un avance es un paso adelante o un paso atrás.
Un ejemplo claro es Internet. Nadie discute que el mundo es más sencillo y cómodo desde que todo esta globalizado. Pero lo cierto es que Internet ha traído consigo varios aspectos negativos. Uno de ellos es la confidencialidad. Cualquier niñato con ciertos conocimientos en informática puede acceder a otros ordenadores gracias a las conexiones a Internet. Otro aspecto negativo es la piratería. Si bien es cierto que esta ha existido desde tiempos inmemoriales, ha sido gracias a Internet cuando el consumo ilegal de la cultura ha llegado a poner en jaque a las discográficas y a las productoras.

Ya sea permitiendo que un estudiante de informática con más tiempo libre que el peluquero de Antonio Lobato, o mostrando impasividad ante la futura desaparición de una parte de nuestro planeta, la mentalidad humana siempre será un misterio. Un misterio que de vez en cuando nos deja entre ver de qué somos capaces y cual ruines somos.
P.D.: Olvidamos que en este planeta no vivimos solo los humanos. Hay animales y plantas a las que por ningún motivo les haría gracia la desaparición del continente helado. Si vamos a autodestruirnos, hagamoslo sin dañar a los que no tienen culpa alguna de nuestra imbecilidad sin parangón.
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