viernes, 24 de octubre de 2014

Destinatarios particulares.

Mis más modestas y molestas palabras de hoy van dirigidas a unos destinatarios bastante peculiares. Y los califico con dicho adjetivo por varias razones. Una de ellas es su periodicidad. Otra, su modo de actuar. Y, por último, sus fines.

Pero antes de desarrollar cada una de esas tres razones, intentaré explicaros con un ejemplo (por que no se me ocurren calificativos que no sean obscenos) a los protagonistas de mi artículo. Comencemos:

Todos conocéis el revuelo que se formó cuando Teresa dio positivo en las pertinentes pruebas médicas y confirmó su contagio por el ébola (afortunadamente, lleva varios negativos en los análisis posteriores y ha superado la enfermedad). Negligencias médicas y estupideces políticas a parte, se formaron varios sentimientos en todo este follón. Uno de ellos fue de apoyo, y otro, de descontento con los medios tomados por parte de los responsables en esta crisis sanitaria. Bien, dentro de este sentimiento de apoyo y solidaridad, surgió un problema. Y aquí es donde entran los protagonistas de mis palabrejas.

El problema llegó cuando un subnormal decidió sacrificar al perro de la enfermera contagiada. Yo, soy muy animalero, y me puse del lado del animal. Pensé, que era lo más humano y moral (como bien han hecho los responsables en tratar los casos del ébola en EEUU). Sin embargo, muchas personas pensaron que lo mejor era acabar con la vida del pobre animal. Yo entiendo que existan personas con opiniones distintas, de hecho es lo que le da gracia a la vida. Entiendo imcluso, o intento entender, que haya gente a favor del sacrificio de Excalibur. Pero lo que no entiendo es que haya gente que aparezca cuando surge un conflicto (periodicidad), que tache a la gente de hipócrita por denunciar una injusticia (modo), y que lo hagan únicamente para ganarse el reconocimiento (fin) del personal (que hoy día se mide en RT y en Like). Esos son los protagonistas de este artículo. Los que nos han tachado a los que defendimos al perro de hipócritas porque hay miles de niños que no se llaman Excalibur y nadie les presta atención. Y ahora yo les digo: ¿Dónde estabais hace más de 30 años cuando el ébola empezaba a instaurarse en África?, ¿Por qué no defendisteis a esos niños cuando todo estaba calmado en los países 'desarrollados'?

Estos 'quejicas puntuales', mantienen la boca cerrada cuando todo va bien o cuando no hay ningún conflicto en la pestaña de Tendencias. Solo aparecen cuando se produce un gran movimiento a favor de una causa. Y entonces, te buscan una pega. Un cinismo en su buena intención.

Comprendo que parezca hipócrita defender a un perro y no prestarle atención a los grandes afectados de esta enfermedad. Y sé que hay gente que compartía la noticia de Excalibur sin saber nada respecto al tema. Pero estoy convencido, porque yo así lo hice, de que la mayoría de gente que apoyó al animal, apoyó y esta apoyando a los niños afectados.

Así que, queridos destinatarios particulares, dejad de meter baza en cada buena acción, y preocuparos más por intentar ayudar de verdad a los que defendéis en vuestros burdos intentos de protesta.

No seáis come-mierdas...

P.D.: Ayudar sin buscar reconocimiento es la mejor medicina ante una crisis.

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