sábado, 13 de junio de 2015

Intelectuales VS Idiotas.

Varias veces a lo largo de los casi 50 artículos que he publicado en Internet he mencionado, con mayor o menor profundidad, a uno de los protagonistas de las siguientes líneas. Si bien es cierto que a estos, junto con el resto del elenco que en breve os nombraré, no les he dado una entrada exclusiva, no significa que no la merezcan. Así pues, el enfrentamiento de Batman vs. Superman dejará de ser el más esperado por vosotros cuando hayáis leído estas palabrejas.

Es obligado empezar con una aclaración: nadie es más persona o menos persona por su condición intelectual o formación académica.

Bien, una vez aclarado esto, comencemos por el pasado. O, mejor dicho, por lo que recordamos del pasado. Y es que no erramos demasiado cuando decimos que en los libros de historia se recuerdan a los grandes intelectuales de todos los tiempos antes que a los idiotas. Nadie rememora al payaso de la clase de Newton. O al que llamaba “ruedas” a Stephen Hawking (puede que esto no ocurriera jamás, pero... ¿y si sí?). Todos estamos de acuerdo en esto. Puede que antes se apreciará más la educación que ahora. Y es totalmente lógico, ya que antes estudiar era para los privilegiados... ¡ANDA! Esto me suena...

Bromas a parte, la realidad es que los idiotas han existido siempre, al igual que las ETS. Y, al igual que las ETS, la única diferencia a lo largo de la historia es el modo de llamarlos. Creo que comparar a los típicos payasetes con una enfermedad de transmisión sexual es un acierto: ambos te tocan los cojones.

De nuevo, bromas a parte... Los genios no han abundado, por eso son extraordinarios. Y al ser un clan tan selectivo y exclusivo, la envidia hacia ellos ha llegado a superar a la admiración en ciertas personas. Personalmente creo que este es el origen de los graciosillos de clase. Podría escribirse sobre ellos: “Génesis de un idiota”. Pero no queremos más libros escritos por idiotas y para idiotas, con Belén Esteban tenemos suficiente. Y hablando de Belén Esteban, los idiotas se pueden subdividir en muchos tipos. Por ejemplo, está el idiota sin cultura (se me ocurren demasiados ejemplos y a cada cual más morboso), el idiota por placer (piensa que es lo más cool), el idiota oculto (este es el que permanece callado hasta que abre la boca y, en fin...), el idiota renegado (es un hater de los que considera más listos), el idiota obligado (cree en el idiota por placer o en el renegado como si de dioses se tratase), el idiota en sí (que puede ser cualquiera...), y el idiota intermitente (que lo mismo te habla de física cuántica que del tronista de la semana pasada).

Muchos idiotas, ¿no? Pero a pesar de su gran variedad, y su escasa inteligencia, han conseguido debilitar a los intelectuales. Han conseguido fragmentarlos, camuflarlos y desprestigiarlos. Esto lo han logrado expandiéndose como la pólvora. Y es que, resulta que ahora no hay intelectuales, hay pedantes que te restriegan su innecesaria cultura. Ya no hay gente lista, hay freaks de internet. Y, obviamente, hay pedantes y freaks. Los primeros, sinceramente, los odio. En su mayoría son inteligentes, sí. Pero la constante necesidad de exponer y ser alabado por ello me enferma casi tanto como escuchar reggeton. Y de los segundos, los freaks, pues... bueno, mi gato de llama Batman. No tengo nada más que añadir (Go freaks!).

Esta guerra múltiple entre idiotas, intelectuales, pedantes... ¡UF! Ni en Juego de Tronos, oye. Sin embargo, aquí no puede haber un único rey. En mi opinión, creo que cada uno debería de dejar de trollear a los bandos restantes y preocuparse de pulir sus defectos. Repito, en mi opinión. Todo lo anterior también ha sido una reflexión personal. Tú puedes considerar que Mujeres y Hombres y Viceversa es un buen programa y que está haciendo un favor a los jóvenes de nuestro país. Y yo, puedo considerar que eres subnormal. Pero un subnormal que le va a dar a “Me gusta” en Facebook y un RT en Twitter a este comentario, ¿verdad? Buen chico.

Sin más, espero haber creado algún tipo de reacción con estas líneas. Aunque sea una pequeña nausea. Me conformo por igual.



P.D.: Creo que llamar “ruedas” a Hawking ha sido ir muy lejos. 

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